En la mañana del miércoles 21 de marzo de 2018 se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 25 de Barcelona una vista previa al juicio que debía celebrarse para enjuiciar las responsabilidades contraídas por dos jóvenes talaveranos qué, en la madrugada del domingo 22 de febrero de 2015, tras salir de una discoteca en Barcelona, tomaron la decisión de grabar con la cámara de video incorporada al teléfono móvil de uno de ellos una lamentable secuencia que en su día se hizo viral. Esta vista, prevista en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que los acusados puedan alcanzar una conformidad con las acusaciones, de entre los que se encontraba la Asociación Nacional de Afectados por Internet y las Nuevas Tecnologías ( ANFITEC) representada por nuestro letrado en Barcelona, ha tenido como resultado que ambos acusados hayan prestado su conformidad a la condena por los delitos de lesiones y contra la integridad moral, con la apreciación de la agravante de “desprecio de sexo” y la atenuante de reparación del daño ocasionado, resultando por ello la pena impuesta inferior a los dos años de prisión.
Los hechos por los que han sido condenados Alvaro G. y Mario G. parten de una broma de mal gusto, una idéa reprochable que desviadamente les pareció en ese momento divertida, jocosa o hilarante que marcará el resto de sus vidas. La idea no fue otra que la de inmortalizar su estancia festiva en Barcelona, y compartirla con sus amigos en su grupo privado de Whatsapp. Eligieron cómo víctima de sus burlas a Gloria Gema N. S., quién en ese momento se encontraba junto a una amiga esperando un taxi en el cruce formado por la Avenida Diagonal con la calle Enrique Granados. Fue Mario G. M. el que se colocó a la espalda de Gloria Gema, quien permanecía en todo momento ajena los planes de los jóvenes, y cuando Alvaro G. comenzó a grabar con su teléfono móvil y dio la señal a Mario, éste emprendió una veloz carrera hacía la víctima con la que terminó impactando violentamente con una de sus piernas en la parte superior de su tobillo derecho; a consecuencia del impacto Gloria Gema cayó desplomada al suelo y se giró a su agresor recriminándole lo que acababa de hacer. En ese momento, Alvaro y Mario, emprendieron la huida del lugar, marchándose entre grandes risotadas.
Gloria Gema fue atendida en el CUAP de Cocheras de Barcelona, donde se le diagnosticaron lesiones consistentes en hematoma en pierna izquierda y muñeca izquierda; esguince en el tobillo derecho y cervicalgia precisando para su curación de asistencia médica consistente en tratamiento médico ortopédico, analgésico y rehabilitación funcional, precisando para su curación de 75 días de los que resultó incapacitada para sus ocupaciones habituales.
Tal y como habían planeado el video con las imágenes de la agresión fue difundido a las 7:53 h. del mismo día 22 de febrero entre los amigos de Mario y Alvaro, quienes en número de quince, integraban el grupo de Whatsapp, provocando toda clase de comentarios jocosos entre aquellos. Sin embargo, no ha quedado acreditado quien o quienes de los miembros del grupo fueron los responsables de que el video alcanzase una masiva difusión y adquiriese la categoría de” viral” en redes sociales como Twitter, donde llegó a convertirse en el tema más comentado ( “ Hashtag”) logrando un seguimiento de 384.127 usuarios; éste mismo vídeo tuvo un enorme éxito de visitas en internet a través de su difusión en Youtube siendo además comentado y difundido en días posteriores por los medios de comunicación social provocando en general reacciones de indignación y rechazo por la mayoría de los usuarios y opinión pública, sobre todo a partir del día 27 de febrero de 2015 cuando el diario “ La Vanguardia” publicó en su edición digital el vídeo.
La repulsa general y la gravedad de los hechos llevó a la policía autonómica de la Comunidad de Catalunya ( MM.EE) a recabar la colaboración ciudadana para la identificación de los autores. Ello provocó que Álvaro y Mario, a quiénes su círculo más cercano reprocharon esta denigrante actuación, se alarmasen seriamente por lo sucedido. Fue entonces Mario cuando borró todo rastro suyo en internet, cómo sus perfiles en las redes sociales, mientras que Alvaro hizo lo mismo con las imágenes grabadas de su teléfono móvil.
Ambos acusados durante la fase de instrucción del procedimiento penal reconocieron los hechos y manifestaron arrepentirse por lo sucedido, habiendo indemnizado económicamente a la víctima por los datos personales y morales causados.
Ojalá sirva esta condena para prevenir nuevos comportamientos violentos y concienciar en el uso responsable y respetuoso de las herramientas tecnológicas y redes sociales. Esta broma sin gracia, desde luego, les ha salido cara a estos dos jóvenes de Talavera de la Reina.
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