Nuestra asociación se suma como no podría ser de otra manera a los fastos de la celebración del Dia Internacional de Internet Seguro ( “ Safer Internet Day”) promovido cada segunda semana del mes de febrero de cada año por la Comisión Europea y organizado en España por el Instituto Nacional de Ciberseguridad ( INCIBE). En esta ocasión con el lema “ Crea, conecta y comparte respeto: una internet mejor comienza contigo”, se persigue promover el uso seguro y responsable de las tecnologías asociadas al entorno digital, con especial atención a los menores. Sin duda un propósito encomiable si tenemos en cuenta que este colectivo por sus especiales características resulta ser uno de los más necesitados de protección. El acceso masivo a internet, cada vez a edades más tempranas, queda puesto de relieve en solventes estudios cuya lectura recomendamos: “ El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital” de UNICEF, y “ Net Children Go Mobile. Riesgos y oportunidades en internet y uso de dispositivos móviles entre menores españoles ( 2010-2015)”, coeditado por Red.es/ Universidad del País Vasco.( Garmendia,M; Jimenez, E; Casado, M.A. y Mascheroni, G ( 2016).
Otro recientísimo informe publicado este mes de febrero de 2018 por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) denominado “Perfil sociodemográfico de los internautas. Análisis de los datos INE 2017” indica el creciente uso de los teléfonos móviles inteligentes por los menores para acceder a los contenidos de internet
Sin embargo, el libre acceso del menor a una amplia oferta de contenidos digitales de pago representa una nueva amenaza para este junto a los ya conocidos a su sobreexposición pública, la falta de control de sus datos de carácter personal, o el acceso a contenidos inapropiados que libremente circulan por la red, entre otras.
En la actualidad, una despiadada industria digital del entretenimiento y del ocio que ofrece toda suerte de contenidos de pago en forma de videojuegos, música, horóscopos, videos, etc. se ha lanzado a la captura del usuario de los dispositivos de telefonía móvil como potencial consumidor de contenidos descargables fácilmente a golpe de un solo clic. Esta situación no resistiría el más mínimo reproche si el disfrute de los contenidos digitales de pago fuera el resultado de una libre, informada y consentida decisión del usuario, como también de los padres y/o tutores del menor , lo que evidentemente no se produce en todos los casos.
Si hace algunos años el fraude por la suscripción a los servicios de tarificación adicional en forma de SMS Premium, cuyos efectos aún perduran, representó un problema social de enorme envergadura cuya solución requirió tanto la intervención de los poderes públicos, como el convencimiento de que detrás de esta actividad operaban organizaciones delictivas más allá del irregular uso de la numeración asignada por el Supervisor, una mutación del fraude está permitiendo que nuevas víctimas se sumen a la larga lista de afectados por el uso de internet y las nuevas tecnologías dañando gravemente el principio de confianza que debe inspirar el mercado digital, lo que de por sí requiere la urgente adopción de soluciones por los poderes públicos y de los agentes implicados de alguna manera en el favorecimiento de estas prácticas, sea por acción o por omisión.
El sistema conocido como “ Carrier billing”, un nuevo filón activado por defecto por las compañías operadoras de telefonía de mayor presencia en el mercado caracterizado por la gestión del cobro de los contenidos digitales a los que se han suscrito los usuarios, pretende mostrarse como un sistema seguro que favorece al cliente, quien de esta forma no se verá obligado a facilitar los datos de su tarjeta de crédito al proveedor de contenidos. Sin embargo, la realidad es otra y bien distinta. Por un lado, este sistema permite a los proveedores de contenido acceder a la totalidad de los clientes de la compañía, dispongan o no de tarjeta de crédito, y de otra la operadora se embolsará una comisión que será de mayor importe cuanto mayor sean las transacciones efectuadas.
Las distintas acepciones adoptadas por las empresas operadoras ( pagos a terceros Vodafone y pagos online Movistar) esconden una idéntica realidad: una desmedida ambición por aumentar sus cuentas de resultados en perjuicio de los clientes afectados por prácticas fraudulentas a los que se les consuela con darles de baja de un servicio no solicitado y facilitarles una dirección para que se pongan en contacto con el proveedor, misión imposible en muchos de los casos cuando se trate de empresas que tienen su domicilio en paraísos fiscales, y de cuya buena intención desde luego cabría sospechar. Mientras tanto, celebremos juntos el “Dia de internet seguro”, no hay inconveniente, pero pongámonos a trabajar para encontrar soluciones efectivas entre todos.
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